El bastón
El cangrejo más viejito
camina con un bastón
sobre la arena mojada,
sobre la sed que da el sol.
Se sostiene una rodilla
y camina con un son
desparejo y cansadito,
como el de su corazón.
Dicen que el viejo cangrejo,
antes, tocaba el tambor
para avisar a los peces
si venía un pescador.
Ahora, camina lento
y las piedras, con temor,
guardan sus bordes filosos
por no herir su cascarón.
Los peces le juntan luna;
las algas, algo de sol.
M.ª Cristina Ramos
La luna lleva un silencio Ed. Anaya
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