
A UNA NARIZ
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un pez espada muy barbado.
Érase un reloj de sol mal encarado,
érase un alquitara pensativa,
érase un elefante boca aariba,
era Ovidio Nasón mas narizado.
Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,l
las doce tribus de narices era.
Érase un naricísimo infinito,
muchísima nariz, nariz tan fiera,
que en la cara de Anás fuera delito.
FRANCISCO DE QUEVEDO
Me viene a la mente el comentario que Quevedo hizo con ocasión de la muerte de su "amigo" Góngora. Prueba irrefutable de un encono que ni siquiera la muerte pudo acallar:
ResponderEliminar"Fuese con Satanás, culto y pelado;
miren si Satanás fue desdichado."
Una enemistad hasta el final sobre todo por parte de Quevedo haciéndole canalladas y versos satíricos. No tuvo piedad, cuando en realidad tampoco había motivos objetivos de tanta inquina.
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