Esta Navidad, volvemos a recordar a Gloria Fuertes con sus poemas, que se disfrazan de villancicos, pero que como siempre además de disfrutar de su musicalidad y de sus acertadas metáforas, van mucho más allá y nos hacen reflexionar y ponen de manifiesto la tremenda humanidad de esta gran poeta.
María Madre
La Virgen,
sonríe muy bella.
¡Ya brotó el Rosal,
que bajó a la tierra
para perfumar!
La Virgen María
canta nanas ya.
Y canta a una estrella
que supo bajar
a Belén volando
como un pastor más.
Tres Reyes llegaron;
¡La luna le ha visto,
cesa de llorar!
Su llanto de nieve
cuajó en el pinar.
Mil ángeles cantan
canción de cristal
que un Clavel nació
de un suave Rosal.
Gloria Fuertes.
Hablan los pastores
¡Ya está bien, que se va a helar!
Tanto adorar al Chaval
y nadie tiene reaños
de darle sus propios paños,
sus sayas o su morral.
Tanta mirra y tanto incienso,
y Él desnudito en el pienso
-pienso que nadie le quiere-.
Su tiritera me hiere,
en esta noche tan bruta.
¡Muchachos, traed viruta,
vamos a hacer una hoguera,
antes de que se nos muera
de frío la Salvación!
y haced una colcha loca,
porque Dios está en pelota
desde que vino al Portal.
Gloria Fuertes
Ya está el niño en el portal
Ya está el Niño en el portal,
que nació en la portería.
San José tiene taller,
y es la portera María.
Vengan sabios y doctores
a consultarle sus dudas,
el Niño sabelotodo
está esperando en la cuna.
Dice que es pecado
hablar mal de los vecinos
y que pecado no es
besarse por los caminos.
Que se acerquen los pastores,
que me divierten un rato,
que se acerquen los humildes,
que se alejen los beatos.
Que pase la Magdalena,
que venga San Agustín,
que esperen los Reyes Magos
que les tengo que escribir.
Gloria Fuertes
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