10.29.2010

Blas de Otero

El poeta de esta semana es Blas de Otero, poeta bilbaino que desarrolló su vida y obra el siglo pasado y del que incluimos dos bellos poemas.

Canción cinco 

Por los puentes de Zamora
sola y lenta, iba mi alma.
No por el puente de hierro,
el de piedra es el que amaba.
A ratos miraba al cielo,
a ratos miraba al agua.
Por los puentes de Zamora,
sola y lenta, iba mi alma.
                      Blas de Otero. 


BIOTZ-BEGIETAN

Ahora
Voy a contar la historia de mi vida
en un abecedario ceniciento.
El país de los ricos rodeando mi cintura
y todo lo demás. Escribo y callo.
Yo nací de repente, no recuerdo
si era sol o era lluvia o era jueves.
Manos de lana me enredaran, madre.
Madeja arrebatada de tus brazos
blancos, hoy me contemplo como un ciego,
oigo tus pasos en la niebla, vienen
a enhebrarme la vida destrozada.
Aquellos hombres me abrasaron, hablo
del hielo aquel de luto atormentado,
la derrota del niño y su caligrafia
triste, trémula flor desfigurada.
Madre, no me mandes más a coger miedo
y frío ante un pupitre con estampas.
Tú enciendes la verdad como una lágrima,
dame la mano, guárdame
en tu armario de luna y de manteles.
Esto es Madrid, me han dicho unas mujeres
arrodilladas en sus delantales,
esto es el sitio
donde enterraron un gran ramo verde
y donde está mi sangre reclinada.
Dias de hambre, escándalos de hambre,
misteriosas sandalias
aliándose a las sombras del romero
y el laurel asesino. Escribo y callo.
Aquí junté la letra a la palabra,
la palabra al papel.
                                  Y esto es París,
me dijeron los ángeles, la gente
lo repetía, esto es París. Peut être,
allí sufrí las iras del espíritu
y tomé ejemplo de la torre Eiffel.
Esta es la historia de mi vida,
dije, y tampoco era. Escribo y callo.
                                   Blas de Otero.

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