El más conocido retrato del poeta fue dibujado en la cárcel por el gran escritor de teatro Antonio Buero Vallejo. Miguel quería que su hijo, al que apenas conocía no lo olvidara.Buero Vallejo, con los pocos medios que contaba en la cárcel, hizo este dibujo a lápiz, cuando ya Miguel estaba condenado a muerte. El poeta se lo manda a su esposa Josefina Manresa, acompañado del siguiente texto: "No quiero dejar de cumplir en lo que puedo mi palabra, y ya que no puedo ir en carne y hueso, iré de lápiz, o sea, dibujado por un compañero de fatigas, como verás, bastante bien. Se lo enseñarás al niño todos los días, para que vaya conociéndome,y así no me extrañará cuando me vea."
4 de marzo de 1940.
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