1. Alejandro Dumas, el famoso escritor, autor entre otras, de 'Los tres mosqueteros', fue un prolijo autor de su tiempo, que parece ser que no fue el autor de todas las obras que firmó.
Se comenta que tenía escritores a sueldo, que le "ayudaron" a escribir algunas de sus "creaciones". Actualmente estos autores en la sombra se les conoce como "negros".
Pues bien, parece ser que un día su hijo, también llamado Alejandro Dumas y autor entre otras de la famosa novela romántica "La dama de las Camelias", se encontró paseando con su padre, el cual henchido de orgullo le preguntó a su hijo, si había leído ya su última obra. A lo que el hijo, respondió: 'Yo no, ¿y tú la has leído ya?'.
2. Hay una curiosa anécdota del prestigioso escritor de “Réquiem por un campesino español” Ramón J. Sénder, que escuché por primera vez hace muchos años, siendo yo estudiante de lo que entonces se llamaba EGB, a mi maestro de literatura.
He tratado de contrastarla, pero la verdad es que no lo he conseguido. Aunque una vez la comenté con un compañero de trabajo granadino y para mi asombro me ratificó que su padre fue testigo directo de la misma. Como me parece un relato curioso, no me resisto a contarlo. Imagino que la historia ocurrió en Barcelona en la primavera del año 1974, cuando Sénder, regresó a España desde el exilio, por primera vez desde su salida, tras la guerra “incivil”.
Pues parece ser, que en el aeropuerto se reunieron periodistas y algunos admiradores, para informar los unos y para manifestarle su aprecio los otros. En un momento dado, Sénder mencionó a Shakespeare, como se pronuncia en castellano y no como se diría en inglés. Algunos de los presentes le movió ello a la risa, ante lo cual, el autor de “Crónicas del Alba”, que había impartido clases en algunas universidades de Estados Unidos y es de suponer que tendría un buen dominio del inglés, expuso que como parecía que se dominaba entre los presentes la lengua de Shakespeare, seguiría en inglés. Y así, no se si por sentido del humor o por otro motivo, lo hizo. En aquellos tiempos no mucha gente dominaba otro idioma fuera del suyo propio, por lo que es de suponer que los periodistas no podrían hacer un buen seguimiento de la improvisada rueda de prensa.
Hay otra curiosidad, ésta documentada, que cuenta cómo el escritor de “Monte Odina” en una comida en la que estaba, entre otros comensales, Camilo José Cela hubo algo más que palabras entre ambos a consecuencia de una imprecación sobre la guerra “incivil” (hay que recordar que su mujer fue asesinada al no encontrarlo a él), llegando incluso Ramón J. Sénder a tirar de los manteles con el consiguiente revuelo y estropicio.
Pero en palabras del propio Sénder: “Lo de Cela fue un incidente idiota… Luego tiré del mantel hacía arriba y volaron los platos, floreros, cirios, hubo duchas de caldo gallego para casi todos los invitados y la pobre anciana mujer de Cela se desmayó. Es lo único que sentí.”
3. Antonio Machado: Es de sobra conocido que don Antonio Machado, era más bien descuidado en lo referente a su cuidado material, un genio no puede tenerlo todo. Él mismo en su poema, retrato nos lo dice:
-Ya conocéis mi torpe aliño indumentario-
Valga como referencia la siguiente reseña que el escritor Unamuno hizo después de una visita que hizo a Machado:
“Vengo de saludar al hombre más descuidado de su cuerpo y más limpio de alma de cuantos conozco”.
Otra curiosidad poco conocida del poeta, era su fobia (miedo extremo) a los perros, daba igual su raza o tamaño. Era ver un perro y hacer todo lo posible para evitarlo. Incluso sacrificaba salidas al campo, que tanto le gustaban por miedo a toparse con algún perro.
» Pedro Díaz (Coordinador del Proyecto Lectura y Biblioteca)
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