4.19.2017

Poemas ganadores

Ya tenemos los poemas ganadores de esta IV edición de nuestro concurso literario, que en esta ocasión estaba dedicado a la poesía de Gloria Fuertes. Como suelo decir, el mejor premio es haber jugado todos con su poesía.

El señor don libro
 Estaba el señor don libro
flotando en su sillón,
el mago le pasaba la hoja
y él ve la televisión.
Estaba el señor don libro
cansado en su sillón
esperando a que viniera...
un pequeño lector.
Don libro era un niño muy listo
y adivinaba el mar y el sol,
que sabía de tierra y mares
de historia y aves.
de lluvias de todo color.
Estaba el señor don libro,
con mucho frío en su sillón
vino un niño, le cogió en sus manos
y el libro entró en calor.
Alicia sánchez Molina 3º primaria

Pienso mesa y digo chilla.
Pienso mesa y digo chilla,
compro pan y me lo llevo,
lo que aprendo se me queda,
lo que pasa es que te pienso.
La trilla lo dice bien claro,
y el mendigo en el salero,
el pez vuela por el ala,
el toro sopla en el rodeo.
Entre Santander y Cataluña
pasa un río, pasa un cerdo
pasa un rebañito de cabras,
pasa un beso.
Entre mi sangre y el baño
hay un puente muy estrecho,
y por el no pasa ni el agua,
lo que pasa es que te pienso.
Desiré Padilla Borrás. 4º primaria


El rey de los helados
El rey se sentaba en su trono de oro
la bandera del rey era multicolor
roja, verde ya azul.
Fresa, menta y arándano.
Decía el rey de los helados
movía una campanilla
de mantequilla.
Y cantaba su cancioncilla.
Rica fresa
para el postre en la mesa.
Sabroso limón
para el niño molón.
Al fino helado de menta
se avecina la tormenta.
El señor de los helados
vivía en el paraíso de los niños.
A la señal de escuela
el mismo rey se desapachaba,
no daba los helados
sino que los regalaba.
En las grandes filas, los niños
los niños saltaban y sonreían al rey,
siempre se estaban quietos
porque eran muy inquietos,
con las manos llenas de dinerito,
el rey siempre va con su perrito.
 Ismael Valderrama Moreno 5º primaria

La granja
Estaba yo caminando por una granja verde,
y oí una voz muy decente,
era la gallina, con cara de pillina,
la que caminaba con una ardilla chiquitina.
Seguía caminando desesperadamente,
cuando vi a un burro con lentes,
estaba con la señora Lina,
y la tortuga Catalina.
La lenta tortuga que nunca camina
aceleró su boca para decirle unos versos a mi chiquitina:
Las tijeras cortan el hilo,
el hilo es amarillo,
amarillo es tu cabello,
tu cabello que es de lino.
Y así termina esta historia,
con una sencilla paranoia
y mi chiquitina feliz,
con el poema de la tortuga
que la hizo reír.
Cristina Ceacero Vidal. 6º primaria


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