En nuestra poesía de la semana, volvemos otra vez la mirada al poeta Ángel González y será con un bello poema que en pocos versos nos deja mucho.
Poética
a la que intento a veces aplicarme.
a la que intento a veces aplicarme.
Escribir un poema: marcar la piel del agua.
Suavemente, los signos
se deforman, se agrandan,
expresan lo que quieren
la brisa, el sol, las nubes,
se distienden, se tensan, hasta
que el hombre que los mira –
–adormecido el viento,
la luz alta–
o ve su propio rostro
o –transparencia pura, hondo
fracaso– no ve nada.
Suavemente, los signos
se deforman, se agrandan,
expresan lo que quieren
la brisa, el sol, las nubes,
se distienden, se tensan, hasta
que el hombre que los mira –
–adormecido el viento,
la luz alta–
o ve su propio rostro
o –transparencia pura, hondo
fracaso– no ve nada.
Ángel González
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