9.13.2012

Te recomendamos

Os recomendamos algunos títulos que harán mejor aún vuestra vuelta a la escuela.
El primero es un precioso álbum de poesía.Un cocodrilo de color verde inicia un juego de encadenados:
Verde
Verde
Verde
El cocodrilo que muerde.
Cada página muestra un personaje u objeto basado en un color predominante. Animales originales (un cocodrilo, un piojo) y elementos distintos (un castillo, un baúl, una piedra, un tejado) crean divertidas rimas con los nombres de los colores más reconocibles por los niños. Para los más atrevidos, el librito es un poema muy adecuado para cantar con los más pequeños.
Esta es su ficha:
Título: Cocodrilo
Escritor: Antonio Rubio Herrero
Ilustrador: Óscar Villán Seoane
Editorial: Kalandraka Ediciones Andalucía
Colección: De la cuna a la luna
Este libro repasa 25 cuentos muy conocidos (Pulgarcito, Los tres cerditos...) pero con mucho sentido del humor,las ilustraciones son también muy interesantes.
Empieza de esta manera:
Cuando tropezaron por primera vez los tres cerditos con el lobo. Poca gente lo sabe, pero ocurrió así. Antes de que los tres cerditos tuvieran una casa para cada uno, vivian todos juntos en casa de sus padres.

Su ficha:
Título: 25 cuentos para leer en 5 minutosEscritor:  Carme Martínez RocaIlustrador:  Esther Burgueño
Editorial: Beascoa 




En "Yo aquí sólo soy el perro",Anton es un perro pastor acostumbrado a cuidar rebaños de ganado, correr por el campo y comer todo lo que encuentra. Donde vive ahora no hay ovejas, ni cabras, solo patos y liebres. La gata Misi, la recien llegada, se ha apoderado del mejor sillón, el pollo y el foei-gras no están a su alcance y esos deliciosos zapatos con olor a cabra del pasillo son una tentación a la que no puede resistirse.
Este es el resumen y esta su ficha:
Títulolo: Yo aquí sólo soy el perro
Escritor:  Jutta Richter
Ilustrador:  Hildegard Müller
Editorial: Lóguez
Para abrir boca, aquí  teneis un fragmento:
Que día de otoño. Que condenadamente bello día de otoño. Tiempo para perros. Auténtico día para perros. Sol, cálido como la leche materna. Cálido como lamerse la barriga. Y harto de comer. Harto de beber. Harto de cazar. Esta vez, casi la habría atrapado, a la liebre. No faltó mucho. Si no hubiera sido por la obligación. Me distrajo una décima de segundo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario