Mural realizado para el Centro Cultural Gabriela Mistral de Santiago |
De la poeta Gabriela Mistral, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1945, es la bella poesía que reproducimos esta semana.
Apegado a mí
Velloncito de mi carne
que en mis entrañas tejí,
velloncito tembloroso,
¡duérmete apegado a mí!
que en mis entrañas tejí,
velloncito tembloroso,
¡duérmete apegado a mí!
La perdiz duerme en el trigo
escuchándola latir.
No te turbes por aliento,
¡duérmete apegado a mí!
escuchándola latir.
No te turbes por aliento,
¡duérmete apegado a mí!
Yo que todo lo he perdido
ahora tiemblo hasta al dormir.
No resbales de mi pecho,
¡duérmete apegado a mí!
ahora tiemblo hasta al dormir.
No resbales de mi pecho,
¡duérmete apegado a mí!
Gabriela Mistral
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