4.16.2010

Reflexiones sobre la lectura

Incluimos un escrito, que aunque pueda parecer algo largo,nos hará reflexionar y nos aportará muchas ideas sobre el proceso lector, está destinado a los maestros de Argentina, pero su contenido es universal y plenamente vigente para nosotros.
Es una síntesis del documento La escuela lee más. Formando ciudadanos lectores y escritores hacia la sociedad del conocimiento. Guía de recursos para docentes de EGB de la Dirección General de Cultura y Educación del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, que ha realizado el profesor Marcelo E. Bianchi Bustos. En él se señala que el libro es una maravillosa herramienta que permite entrar en el mundo y leer la vida. Borges decía que si él se tuviera que llevar algún objeto a una isla desierta, se llevaría tan sólo un libro ya que a partir de su lectura surgirían múltiples interpretaciones y brotarían de su memoria todas sus lecturas anteriores.
Lo importante es tener en cuenta que leer y escribir cobra sentido en nuestra vida – y en la de nuestros alumnos – cuando lo hacemos con un propósito determinado, utilizando diferentes estrategias que deben ser aprendidas a lo largo de toda la escolaridad.
Lo importante es lograr que los alumnos (y por que no los docentes) recuperen el placer por la lectura literaria. Pensemos que si el objetivo que se explicita en la Ley Federal de Educación es formar ciudadanos reflexivos y comprometidos, la única forma de lograrlo es por medio de la lectura y de la búsqueda para que los alumnos aumenten sus competencias pudiendo leer y entender un mundo que cada día es más complejo. Lo que debemos comprender los docentes de lengua y los de todas las áreas curriculares, es que la lectura y la escritura son complementarias, que se cruzan, se entretejen, se necesitan y se funden.
Cuando leemos y escribimos ponemos en juego una serie de recursos y estrategias – y no otros- que hacen que ese acto sea único y que tenga importantes consecuencias para el conocimiento. Estas competencias que hay que poner en juego obligan al lector/ escritor a adentrarse en el tejido del texto mismo para hacerlo propio.
En la guía de recursos se cita la siguiente frase que resulta sumamente clara en el momento de reflexionar sobre el trabajo con la lectura y la escritura:
No se pueden formar lectores sin que los alumnos lean y mucho.
No se pueden formar escritores si los alumnos no escriben.
Muy pocos se apropian de la lectura y de la escritura sino hay un medio que lo facilite y que lo invite a hacerlo.
Sólo por el contacto con la escritura y la transmisión de los hábitos de lector y escritor darán como resultado lectores y escritores.
Pero nada de esto será posible si el docente no se transforma a su vez, en un lector y escritor de su propia práctica..

Algunas propuestas de trabajo:
La guía para docentes que forma parte del Programa La escuela lee más, está estructurada en torno a 12 propuestas de trabajo. Algunas de ellas son:
1.- El jugador de ajedrez:
Al planificar las actividades a desarrollar relacionadas con la lectura, el docente debe comportarse como un jugador de ajedrez. Su mirada debe privilegiar las tácticas y las estrategias para poder ganarle la partida al tedio y a la indiferencia de una sociedad que dejó de lado la lectura. Para ser un buen promotor de la lectura, el docente debe ser poseedor de complejos saberes que tienen que ver con su formación de lector. Promover la lectura es un desafío como en una partida de ajedrez y a la vez significa abrir un espacio para el intercambio. Por medio de esta acción se le da al otro la posibilidad de tener una experiencia única que es el encuentro con un libro.
Un aspecto importante de la lectura al igual que del ajedrez, es reconocer los objetivos que se persiguen con ella. Podemos leer para saber cómo hacer algo, leemos para recordar las ideas más importantes, para escribir o para pasar un buen momento.
La lectura no es una actividad sencilla y requiere de múltiples habilidades o competencias para poder desarrollarla con eficacia. Implica conocer el código lingüístico, la organización de distintos tipos de textos que permitirá llegar a comprender que intención persigue el autor al escribirlo. Por supuesto que no sólo se limita la lectura a la actividad de conocer el código lingüístico sino que va más allá de eso. A partir de su accionar se despliega todo el andamiaje en el lector, es decir salen a la luz todos sus conocimientos y saberes previos que le permiten reconocer la información que rodea al texto y actualizar lo ya conocido. De esa forma podemos afirmar que leer es, además de decodificar, encontrar los sentidos de un texto, explorar el universo creado por el autor y finalmente podremos afirmar que leer es viajar. Pero para llegar a destino en este maravillosos viaje de la literatura lo importante es planificar correctamente el recorrido a seguir, seleccionando buenas estrategias.
Es sumamente útil realizar con los alumnos distintas operaciones de lectura, tales como hipotetizar, anticipar, rectificar e inferir. Pensemos que al trabajar con estos aspectos, no sólo estamos “enseñando” lectura, sino oralidad, trabajo en grupo, intercambio de ideas, etc.
Algunas recomendaciones a tener en cuenta son:
La lectura puede ser en un primer momento una actividad individual, con textos que los alumnos puedan leer por si mismos. A partir de esta lectura se puede trabajar con las opiniones de los alumnos comentando oralmente qué le gustó y qué no le gustó de lo leído, justificando siempre sus apreciaciones.
Luego se pueden realizar lecturas compartidas. En este momento, el docente deberá tener en cuenta las ansiedades del grupo y el nivel que posee, desafiándolos a realizar una lectura más compleja.
Posteriormente se podrán realizar préstamos de libros para que sean leídos por el grupo familiar. De esa forma el alumno podrá ver que leer no es sólo una actividad que es impuesta por la escuela sino que la familia completa participa de ella.
Otra posibilidad es leer para escribir. Aquí es importante que después de una producción escrita, el alumno – lector pueda reconocer las huellas que quedaron de la obra literaria en su producción. Pero además, que su producción circule y que no pase a morir en la carpeta.
Sabemos que la lectura debe ser un viaje proyectado y para que dicho viaje sirva sería interesante que el docente lleve un registro de las lecturas del grupo a los efectos de ver la evolución del mismo. Dicho registro debería contener básicamente los siguientes atentos:
a. Datos: Fecha, lugar, características, proyecto en el cual se inscribe la experiencia.
b. Indicios: Gestos y actitudes de los niños, clima grupal.
c. Hipótesis e inferencias: Interpretaciones o supuestos sobre lo que va sucediendo en el aula.
d. Focos de interés: La tarea, las dificultades que aparecen, la resolución de esas dificultades.
A continuación, la opinión de varios autores que nos ayudarán a seguir pensando:
La actividad de leer se retrae en la misma medida en que la operación de leer se universaliza (Roland Barthes)
Muy lejos de ser escritores, fundadores de un lugar propio, herederos de los labradores de antaño pero en el terreno del lenguaje, cavadores de pozos y constructores de casas, los lectores son viajeros; circulan por tierras ajenas, nómadas dedicados a al caza furtiva en campos que no han escrito, arrebatando los bienes de Egipto para gozar de ellos (Michel de Certeau).
Leer es ir al encuentro de algo que está a punto de ser y aún nadie sabe que será (Italo Calvino).
Algunas actividades sugeridas son:
a. Organización (o reorganización de un sector de la biblioteca): Reorganizar los libros a partir del trabajo de los alumnos teniendo en cuenta aspectos paratextuales, tipo de narrador, misma temporalidad, etc.
b. Cartelera de recomendados: Escribir comentarios sobre libros leídos y organizar una cartelera en la cual poder socializar con el resto de la comunidad educativa dichas impresiones.
2.- El hacedor de relatos:El lector debe enriquecer lo que lee con sus interpretaciones y con las técnicas de desciframiento que ponga en juego al leer. Sabemos que la literatura admite lecturas polisémicas que no se invalidan sino que se complementan y enriquecen mutuamente. Lo importante es encontrar los múltiples sentidos que puede tener un texto y de esa forma darle un significado.
3.- El narrador oral:Orales o escritas, las historias nos pueden llegar a conmover, a apasionar, a inquietar. La función del docente en tanto promotor de la lectura debe ser la de contar, marchar hacia los oídos atentos y acariciarlos, para redimirlos, salvarlos, liberarlos.
Para mantener consolidado el hábito lector, para que no se quiebre un proceso en el cual la escuela debe orientar, se debe estimular el tránsito de los alumnos desde las bibliotecas escolares hacia las bibliotecas públicas. Por este motivo, la visita a una biblioteca pública es una muy buena salida para intentar motivar a los alumnos.
Pensemos por medio de algunos autores:
La lectura por placer no se enseña, se contagia. La lectura por gusto se contagia, por ejemplo, sobre todo leyendo en voz alta (Felipe Garrido).
Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído (Borges).
Los derechos de los lectores (Daniel Penca):
El derecho a no leer.
El derecho a saltearse páginas.
El derecho a no terminar un libro.
El derecho a releer.
El derecho a leer cualquier cosa.
El derecho al bovarismo (es decir a la emoción adolescente que nos despiertan algunas lecturas).
El derecho a leer en cualquier parte.
El derecho a picotear.
El derecho a leer en voz alta.
El derecho a callarnos.

4.- El especialista en rompecabezas:
El docente debe intentar recomponer el gran rompecabezas que significa la lectura del texto e intentar que sus alumnos puedan, a partir de fragmentos, ir descubriendo las características de cada obra en particular.
Algunas actividades son:
a. Buscar y seleccionar libros con temáticas o géneros similares. Leer los paratextos de cada uno de ellos (tapa, solapas, contratapa) u el comienzo de los relatos que abren los textos. Leer para la clase los distintos fragmentos y comparar cómo se presentan los personajes, el conflicto, el lugar donde transcurre la acción. Detenerse a insistir con el reconocimiento de estos aspectos para que los tengan presente en la próxima tarea.
b. Abrir estratégicamente cualquiera de estos libros y preguntar a cuál de los textos trabajados se refiere. El ejercicio pretende que los alumnos presten atención a las huellas de la lectura que hayan quedado de la primera actividad.
c. Construir hipótesis acerca de los que anticipan los títulos de los textos. Si los hubiera leer los subtítulos o os comienzos de párrafos o capítulos.
5.- El buscador de preguntas y respuestas:
El interrogatorio didáctico es de gran utilidad para lograr la comprensión y el análisis de los alumnos. Algunas actividades son:
 Presentar al curso algún texto o imágenes que sean significativos.
 Proponerles interrogantes como: ¿Qué preguntas se harían sobre el texto?, ¿ Qué respuestas podemos obtener a partir del texto?, ¿Qué otras respuestas podemos dar con los conocimientos que tenemos del tema?. Leer y compartir textos ficcionales, y a partir de ellos trabajar con preguntas y respuestas de cierta complejidad.
 Escribir un texto en grupo y luego compartir y dialogar sobre lo producido.
6.- El científico y el informe:
Al igual que un científico, se debe planificar el accionar del docente y del alumno al leer y al escribir. Si actuamos como científicos, las producciones serán cada vez de mayor calidad y cumplirán con los objetivos que nos proponemos. En este sentido también es importante que el alumno pueda acceder a lecturas de divulgación científica los efectos de poder conocer cuáles son las características de estas tipologías textuales. Pensemos que los alumnos tiene por naturaleza una inclinación natural a la ciencia y tal vez su lectura sea una posibilidad de acercarlos a los textos escritoscumplirán con los objetivos que nos proponemos. En este sentido también es importante que el alumno pueda acceder a lecturas de divulgación científica los efectos de poder conocer cuáles son las características de estas tipologías textuales. Pensemos que los alumnos tiene por naturaleza una inclinación natural a la ciencia y tal vez su lectura sea una posibilidad de acercarlos a los textos escritos. Lo interesante es que no se quede con la simple lectura sino que se intente posteriormente hacer trabajos de escritura de textos científicos.
7.- El ortógrafo:
Se debe abordar al trabajo con la ortografía de distintas maneras a los efectos de lograr que los alumnos tomen conciencia de la importancia de una buena ortografía en la producción intelectual. Por supuesto que todas las propuestas de ejercitación ortográfica deben tender a la contextualización de las palabras en estudio, siempre incluidas en distintos tipos de textos.
Lo importante es que el docente tenga en cuenta algunos principios generales que fueron dejados de lado en estos últimos tiempos:
a. Utilización de la letra de imprenta n lugar de la letra cursiva: Esto impide reconocer el uso de mayúsculas y minúsculas, distinguir los límites entre las palabras. Se incurre en el terrible error de creer que la mayúscula no debe llevar tilde. Sería importante comenzar a revertir eso y que los alumnos recuperen la cursiva.
b. Falta de lazos de unión entre las letras que componen una palabra que aparece fragmentada.
c. Uso de la o minúscula como su fuera una a (debido a la falta de la colita).
d. Aparición del apóstrofo (‘) que suplanta a vocales: q’ por “que”.
e. Empleo de una signo igual en lugar de un guión en el corte de las palabras también es un error el guión que suele aparecer ene le comienzo de l renglón).
f. Carencia de signos de apretura en las interrogaciones o exclamaciones.
g. Sustitución del punto final de una oración por una raya.
h. Suplantación del punto de la letra i y de la j por un círculo. La letra i debe llevar punto o tilde no ambas cosas.
i. Uso de la tilde al revés.
En el documento además se propone el trabajo con otras tipologías textuales que no deben estar ausentes en el aula, tales como los textos instructivos (recetas de cocina), las publicidades gráficas, el horóscopo, etc.
Bibliografía:

Dirección General de Cultura y Educación (2003) La escuela lee más. Formando ciudadanos lectores y escritores hacia la sociedad del conocimiento. Guía de recursos para docentes de EGB, Buenos Aires, Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.

Lic. Prof. Marcelo E. Bianchi Bustos
Licenciado en Enseñanza de la Lengua y la Comunicación. Profesor de Castellano, Literatura e Historia. Especialista en Educ. de Adolescentes y Adultos. Posgrado en Investigación Educativa de la Univ. Del Comahue.

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