
“El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha” es ese libro que todo el mundo conoce y que muchos dicen haber leído. El Príncipe de las letras, Miguel de Cervantes, escribió su primera parte con más de 50 años de edad, y aunque le dio fama casi de inmediato, no le dio fortuna la cual siempre le fue esquiva.
Por suerte, mucho se ha escrito de esta obra cumbre y más aún con motivo del pasado IV Centenario de su publicación (año 2005), se han realizado numerosas adaptaciones cinematográficas, series animadas, músicos tan importantes como Teleman y Richard Strauss le han dedicado obras, es la novela más traducida, se han estudiado sus personajes, su lenguaje, sus lugares e incluso su gastronomía, hay ediciones en casi todas las lenguas conocidas, tenemos versiones infantiles, juveniles (alguna la hemos leído en el Centro) y muchos escritores lo han hecho protagonista de sus estudios, recordemos a Unamuno que en su obra ”Vida de don Quijote y Sancho”, le da el nombre de ”El Caballero de la Triste Figura”. Por ello nos centraremos más en su autor.
La figura de Cervantes, por si misma, merecería una gran novela. Su vida estuvo llena de avatares y sucesos dignos de ser novelados, estoy seguro que en otras latitudes, hubiera sido protagonista de numerosas películas. Recordaremos brevemente algunas las peripecias de su atribulada vida. Aunque no hay un retrato que se pueda considerar como tal de Cervantes. Este que aquí reproducimos de Juan de Jáuregui, se ha considerado por algunos cervantistas como auténtico.
» Continuar el artículo (documento en formato .pdf)» Pedro Díaz (Coordinador del Proyecto Lectura y Biblioteca)
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